Un simple lunar. Un lunar que hace que recuerdes momentos, aquellos en los que lo viste.
Un simple roce de labios en el cuello, y ahí estaba él.
Un abrazo; quería asomarse por la camiseta también.
Qué idiotez, ¿no? Algo tan pequeño que puede significar tanto.
Aquellos días recuerdo que lo odiaba;
después llegué a echarlo en falta.
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