10.2.14

Dieciocho.

Me veo en la obligación de despedirme por completo de mi niñez, la cual hace ya que dejé atrás. Que pueda votar, que puedan denunciarme o que pueda conducir es algo que me es totalmente secundario... Me importa más el hecho en sí de que se me tenga más en cuenta y de que mi opinión valga para cambiar algo. No acaba de ser una buena edad, tenemos demasiado peso en nuestros hombros y creo que seguimos siendo demasiado "pequeños" de algún modo. Creo que se nos echan encima muchas decisiones que no sabemos o no somos capaces de tomar. Aunque, aparte de todo este lío, sólo es un año más.

Eso de que me tomen como "adulta" no me va mucho, la verdad. Creo que siempre he sido el tipo de chiquilla de las que no quería crecer y preferiría quedarme con 10 años, ahorrándome muchas preocupaciones, gastando mi tiempo en cosas que me gustaran y pasándolo bien, en vez de preocuparme sin necesidad de "novios", de maquillaje, de tacones, y de esas tonterías que tarde o temprano tendría que acostumbrarme a usar (aunque prefería más tarde que temprano). Desgraciadamente, no se puede tener una misma edad para siempre... pero aun así he intentado mantener esa filosofía de hacer cosas que me gusten y, lo más importante, sin hacer caso de lo que opinen nos demás. Ser feliz no consiste en tener muchas cosas, en que te quiera tu pareja o en cualquier tontería momentánea que se os ocurra (al igual que se me ha ocurrido alguna vez a mí). Creo más bien que ser feliz consiste en entenderte a ti misma, confiar en ti, y simplemente actuar según tu criterio. 
Claro que, mi filosofía de vida no se resume en "ser feliz", sino más bien en convertirme en quien quiero ser, que si mi yo de 10 años me viera, viera un modelo a seguir. Siempre me digo "Actúa de manera consecuente. No hables de lo que no sabes. No perjudiques a los demás, sé positivo, no confíes en nadie hasta que te den una razón, no quieras más de la cuenta a quien no demuestra lo mismo..." La vida es demasiado corta como para preocuparte más por la vida de los demás que de la tuya. Disfrútala. Hakuna Matata.

A veces no me es fácil seguir este criterio. No siempre es fácil caminar, ya que hay muchas piedras que se interpondrán en tu camino. Olvídalas. Son obstáculos que te dificultarán el avance. No todo es de rositas, eso está claro. Van a pasarte cosas buenas, pero también malas. Hay que saber sacar algo bueno de cada vivencia, y que ésta te enriquezca y te ayude a mejorar  cómo eres.
Como dijo Rafiki, "el pasado puede doler, pero según lo veo, puedes o huir o aprender de él... ¿Qué vas a hacer?"

3.2.14

Te pertenezco.

"En realidad no recuerdo muy bien cómo es eso de enamorarse, pero recuerdo qué es tener a alguien que se preocupa por ti, y eso es lo que echo de menos."



2.2.14

Meteorológica.

Durante un tiempo fui
tormenta,
desbocada y sombría:
sin control y sin luz,
sin dirección o camino
a seguir;
la calma que me precedía
había avisado
cuán intensa sería
la fuerza
con la que arrebataría.

Sería, simplemente,
"la calma
antes de la tormenta",
según dicen.

¿Amainará, finalmente?
¿Tal vez
será una pausa sin más?
¿Será peor aún; 
el ojo del huracán?