Es muy fácil decir que lo mejor es seguir adelante, pero no es tan fácil cumplirlo.
Detrás de las risas y las tonterías que se muestran, se esconden más de siete meses de no dormir, de quedarse despierta hasta las tantas porque demasiadas cosas te rondan la cabeza como para poder dormir. Y no cosas buenas, precisamente.
En esa situación lo único que haces es intentar buscar un porqué. Pensar en los "y si". Todo son remordimientos, ¿no es así?
Pero tú no puedes hacer nada. No sirve de nada. Ya no.
De eso te das cuenta un día. Ese día en el que dejas de fingir las risas y las tonterías.
Es lo más difícil que conseguirás hacer en tu vida, ¿lo sabes?
El tiempo no todo lo cura, por mucho que se diga.
Siempre vas a tener esa cicatriz ahí, porque eso no va a desaparecer.
Los recuerdos no se borran, lo que has hecho y lo que has vivido tampoco.
Pero acostumbrarse a vivir con ello, a que algo te falte... se puede lograr.
Cuesta mucho tiempo y esfuerzo, sí.
Te seguirás acordando de muchas cosas y de muchos momentos.
Pero, al final, consigues estar bien de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario