23.3.14

Hacéis quedar mal al amor.

Amar cada vez está más
infravalorado
y hacemos que su sentido cambie
drásticamente.

Amar no es
dejarse comer,
que no te dejen respirar,
abrirse de piernas,
que te controlen,
que pasen de ti
y mil cosas más
que parecen estar
(tristemente)
aceptadas.

Amar es
querer comerte a alguien
cada vez que le ves,
que te quiten el aire
a besos,
abrir tu alma y
hacer que sea vulnerable,
que se preocupen,
que te dejen libertad
y mil cosas más
que parecen estar
(tristemente)
olvidadas.

Amar es quitarte las penas
con un beso en la frente
y abrazarte contra mi pecho
hasta que llores, si es necesario,
y puedas dormir tranquilo.

En resumen,
aquí el malo
no es el amor
ni aquel que espera,
sino vosotros, aquellos
que maquilláis con ese nombre
a algo que no lo es.

Esté donde esté el amor,
debe estar asqueado
por cómo le hacéis quedar.

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