Una vez más, la patada. Es increíble que, hasta gente que no me esperaba para nada, sea capaz de hacerlo. Y Junio presente, como agravante. Una vez más el montón de mierda, con perdón, está rebosante y las moscas parecen acercarse para empeorarlo aún más. Escribo por no llorar (más). A su vez, no tengo suficientes palabras para expresarme. Cansa. Esta ciudad cansa. Su gente cansa. Una vez más me siento anacrónica y desplazada, no sé qué hago aquí ni ahora. Nunca he hablado tan claro y a la vez tan complicado; supongo que así soy yo. Una vez más, soy redundante, me repito. No sé dónde ni cómo buscar una solución, si la única que parece interesarse por mí, soy yo misma. Ni quien debería lo hace. Mis raíces están presentes, pero parece que nada más. Gracias una vez más por hacerme creer que mis esfuerzos son inútiles. Que mi afecto no es suficiente. Que yo no me merezco un trato igual. Gracias. Cuidaré bien de mí misma como he hecho hasta ahora. Parece que nadie más quiere hacerlo, de todas formas. Gracias. Por tu atención. Sí, con mucho sarcasmo.
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