15.4.12

Noches de lluvia.

Un vago recuerdo inundó su mente. La lluvia, la lluvia. El suave aroma a tierra mojada entraba por debajo de la vieja puerta. Ella tenía la cara recostada en sus brazos y estaba apoyada en el alféizar de la ventana. Miraba hacia fuera, observaba cómo las gotas caían una a una sobre el cristal, y cómo éstas mojaban poco a poco la pequeña caseta de madera que había en el jardín. Con ese tiempo no podía evitar acordarse de las noches que había dormido con Rick por el miedo a la lluvia. Él siempre había estado presente en su vida, desde sus primeros pasos, sus primeras palabras. Rick había sido, sin duda, su mejor amigo. Ella había conocido y perdido a mucha gente a lo largo de los años, y llegó a pensar que nunca perdería a su fiel amigo. No tuvo en cuenta el peso de los años sobre aquel pequeño ser que daba todo a cambio de nada. Ahora ya no se sentiría acompañada las noches de lluvia, ya sólo le quedaba su recuerdo.

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