Hoy hago un paréntesis en las metáforas puras que suelo usar para dedicar un post a alguien muy especial para mí y la cual me enorgullezco de tener en mi vida.
Poco más de dos años. Durante ese corto período de tiempo pueden darse muchas cosas. Demasiadas, puedo afirmar. No sabría por donde empezar a contar la de cosas que me han surgido durante 18 meses. 18 meses con sus cosas buenas, sus cosas malas... Las que han tenido que pasar. Ha habido gente que se ha portado bien conmigo, otra que no. Me ha sorprendido mucha gente y su forma de ser; tanto para bien, como para mal. Pero, lo más importante de esto ha sido esa persona que menos esperabas. ¿Cómo saber que, por una primera conversación tan tonta como el amor ibas a descubrir una persona así? Y pensar que a raíz de ese primer corto y estúpido diálogo surgió esto. Algo que hasta ahora ha sabido mantenerse por sí sólo. ¿Cómo puede una persona ocultar algo tan grande? No lo sé. Sé que en este tiempo he ganado y perdido a muchas personas, pero lo más relevante es a quién he ganado. Sé que te tengo aquí, allí, donde sea; puedo decir que lo sé porque lo he visto, y me he sentido así. Que sabes mis secretos, mis defectos, mis cualidades, mis manías, mis tonterías, mis capacidades; en resumen, todo. O casi todo. Y eso es lo mejor aún, que en este tiempo hemos descubierto muchas cosas, pero aún quedan muchas, bastantes más por descubrir.
Sólo tengo algo más que decir: Gracias. Gracias porque tú eres quien sabe aguantarme feliz, triste, enfadada, de cualquier forma. Porque sabes animarme como nadie sabe. Por ser tú. Y te quiero, te quiero más de lo que se puede decir o mostrar.
Feliz aniversario, manca, y no cambies nunca, eres la mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario