"El amor puro es el sentimiento más generoso que existe, por eso es tan poderoso. Cuando amas a alguien de verdad, dejas de ser egoísta, porque realizas una entrega personal. Lo único que te importa es que la otra persona sea feliz, aunque sea lo que sea lo que decida hacer, te haga daño. Por ejemplo, si la persona a la que amas de verdad es feliz sin ti, la dejarás ir, aunque eso te cause un dolor insoportable.
Y por eso creo precisamente que ese tipo de amor es peligroso, porque el hecho de poner tu corazón en las manos de alguien mientras le miras a los ojos y le dices a través de ellos que su felicidad es tu felicidad, no suele tener una reacción positiva. Cuando haces eso, la gente se acojona. Cuando realizas una entrega absoluta de ti mismo, la gente se siente insegura, presionada, indigna de sostener en sus manos tus esperanzas, tus sueños, tus ilusiones, tus miedos, tus defectos y tus dudas. Se acobardan y se largan, porque nadie está habituado a amar de esa manera.
Y esa es la razón por la que creo que un punto medio de afecto y amor, está bien. Consiguiendo un equilibrio entre ambos conceptos, puedes desarrollar una relación preciosa que al cabo de unos años alcance ese tipo de amor, sin las dudas ni el acojone que provoca realizar una entrega absoluta inmediata."
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