Las rosas;
tan bellas y a la vez tan intangibles.
Te embriagan con sus colores para,
más tarde, no poder ser tocadas.
Las espinas;
clavadas en los tallos, defensa, coraza.
Impiden acercarte demasiado,
así, no podemos dañar a la rosa.
Digamos que;
muchas veces soy a mí misma
lo que las espinas a una rosa.
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