Volvemos al tema de siempre.
Si decides tratar a los demás bien, estará mal.
Si decides tratarlos mal, estará aún peor.
Y es, insisto, lo de siempre.
Nadie está contento nunca con lo que hagas.
Y tú menos aún.
Por hacerte un favor, no puedes vivir según la opinión de los demás.
Por hacerles un favor, no puedes vivir según tu opinión.
¿Cómo debes actuar, entonces?
¿Sin hablar con la gente? ¿Hablando?
¿Siendo simpático? ¿O seco y borde?
Si eres simpático, te buscarán segundas intenciones aunque no las haya.
Si eres seco y borde, dirán que no se puede hablar contigo.
No sabes qué cambios hacer para que las cosas cuadren.
Pero en realidad es difícil, ya que en el fondo va a estar siempre mal.
Siempre.
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