17.4.12

Álora.

Después de poco más de una hora de viaje, nos encontrábamos allí. Estábamos en una pequeña plaza rodeada por una verja a modo de pentagrama; con sus corcheas, semicorcheas, redondas, silencios. Quedaban varias horas para que comenzara el espectáculo, así que decidimos sentarnos y esperar. Hacer lo típico con tus compañeros de clase; pasar el rato, hablar, lloriquear, reír, cantar, sonreír, contar tus cosas, despreocuparte, hacer el tonto, llorar... Hasta que poco a poco se convierten en amigos.


15.4.12

Noches de lluvia.

Un vago recuerdo inundó su mente. La lluvia, la lluvia. El suave aroma a tierra mojada entraba por debajo de la vieja puerta. Ella tenía la cara recostada en sus brazos y estaba apoyada en el alféizar de la ventana. Miraba hacia fuera, observaba cómo las gotas caían una a una sobre el cristal, y cómo éstas mojaban poco a poco la pequeña caseta de madera que había en el jardín. Con ese tiempo no podía evitar acordarse de las noches que había dormido con Rick por el miedo a la lluvia. Él siempre había estado presente en su vida, desde sus primeros pasos, sus primeras palabras. Rick había sido, sin duda, su mejor amigo. Ella había conocido y perdido a mucha gente a lo largo de los años, y llegó a pensar que nunca perdería a su fiel amigo. No tuvo en cuenta el peso de los años sobre aquel pequeño ser que daba todo a cambio de nada. Ahora ya no se sentiría acompañada las noches de lluvia, ya sólo le quedaba su recuerdo.

10.4.12

Demasiado tarde.

Ya era demasiado tarde, el hielo había alcanzado ese órgano, y la estupidez aquel otro.
Digamos que, alguien ayudaba a que se congelara más rápidamente.
Demasiado tarde. No había marcha atrás.


8.4.12

Secretos.

TAOAAO
ATS&S
ILYMTICES
MHIY
FYB
ISBITOY
I lonai you

¿Lo recuerdas?
Lo dudo.





6.4.12

Alcohol.

Aún no había anochecido. Serían cerca de las 8 de la tarde cuando decidió que no era el momento de quedarse en casa, necesitaba que el aire frío de invierno recorriera sus mejillas, que pudiera volver a sentirse vivo otra vez. Apenas se abrigó. ¿Para qué necesitas abrigo si ya estás muerto? Ese año el río aún no se había helado. El traqueteo de un tren cercano interrumpía el sonido de sus pasos haciéndole recordar las historias allí vividas. Hacía apenas un par de años que se había trasladado allí, pero no eran pocas las vivencias que había pasado, la gente que había conocido, la gente que había perdido. Cuando hacía buen tiempo, solía quedarse en la orilla del río e inundarse en sus pensamientos, muy de vez en cuando acompañado de una botella de alcohol; muy de vez en cuando acompañado de alguien en especial. Un vago sentimiento de melancolía le inundó por un instante, o tal vez fue el efecto que aquel coñac que se había bebido hace escasas horas. Se arrepentía de muchas cosas que, en cierto modo, habían sido causadas por eso mismo. Sus pisadas en la tierra mojada se dirigían a las vías del tren, hechas de una madera carcomida y vieja, ya húmeda y estropeada por la lluvia. Se detuvo. Hubo un instante de quietud y silencio en su cabeza. De una forma u otra, se sentía vivo otra vez.


5.4.12

Concisión.

Lo que más duele de todo esto, es que me sigue doliendo.
Y me duele más que a ti no te duela.

El esfuerzo.

Como un jinete que intenta hacer cabalgar a un caballo cojo. Si intentas que una mesa se mantenga de pie con sólo dos patas, lo más seguro es que no vaya a hacerlo. Es difícil lograr algo si sólo tú pones de tu parte y la otra parte pasa.


¿Lo entiendes?

4.4.12

El diario de Noah I.

"-¿Te quedarás conmigo?
-¿Quedarme contigo? ¿Para qué? ¿Para estar todo el tiempo discutiendo?
-Eso es lo que hacemos, discutir. Tú me dices cuando soy un maldito arrogante y yo te digo cuando das mucho la tabarra, y lo haces el 99% del tiempo. Sé que no puedo herir tus sentimientos porque tienen un promedio de dos segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga.
-¿Entonces qué?
-Pues que no será fácil, va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días y quiero hacerlo porque te deseo. Quiero tenerte para siempre. Tú y yo. Todos los días. ¿Harías algo por mí? Por favor imagina tu vida dentro de 30 o 40 años, ¿cómo la ves? Si es junto a ese hombre, vete. Te largaste una vez y lo soportaré otra si creyera que es lo que quieres, pero jamás tomes la vía fácil.
-¿A qué vía te refieres? No hay ninguna fácil, haga lo que haga alguien acabará sufriendo.
-¿Podrías dejar de pensar en lo que quieren los demás? Incluso olvida lo que yo quiero y lo que él quiere o lo que tus padres quieren, ¿tú qué quieres?"